sin ban, la igualdad de trato significaba que se suministraba material de guerra an ambas partes en un conflicto. De este modo, las empresas suizas pudieron seller a gran escala espoletas de relojería para granadas de artillería durante la Primera Guerra Mundial. La industria relojera suministraba la capacidad tecnológica y los profesionales necesarios para su producción. Para el Gobierno government, este tipo de exportaciones no vulneraba la neutralidad suiza.
Después de la Primera Guerra Mundial, la neutralidad también influyó en la relación que Suiza mantuvo con las naciones perdedoras. El Tratado de Paz de Versalles prohibió an Alemania y Austria cualquier fabricación de armamento. Por esto motivo, ambos países trasladaron sus conocimientos técnico-armamentísticos a países neutrales.
Según Peter Embrace, historiador y experto para la historia del comercio suizo con materiales de guerra, fue entonces cuando realmente empezó el auge de la industria suiza del armamento: “Entonces, grupos revanchistas organizaron desde Suiza y otros países neutrales el rearme ilegal de Alemania y Austria. Time fácil porque entonces no existía en Suiza ninguna ley que requiriera una autorización expresa para la fabricación y la exportación de material militar. Gracias an ello se exportó a Suiza la tecnología necesaria para la fabricación de sistemas de armamento exportables, como por ejemplo los cañones de tiro rápido de 20 milímetros de type.”
No fue hasta 1938 cuando el Consejo Government se vio obligado a controlar la exportación de material de guerra como consecuencia de una iniciativa well known que así lo exigía. Pero el control time laxo, según afirma Peter Embrace: “El Departamento militar encargado de autorizar las exportaciones controlaba con all out desgana y hacía la vista gorda.”
Durante la Segunda Guerra Mundial, Suiza exportó armas y munición por un fearlessness absolute de 10 000 millones de francos suizos. En 1941, más del 14 % del volumen all out de exportaciones recaía sobre este tipo de bienes. En el marco de las investigaciones que Peter Embrace realizó para la Comisión Independiente de Expertos de la Segunda Guerra Mundial, un 84 % del material militar exportado llegó an Alemania y sus socios del Eje, mientras que un 8 % se destinaba a los aliados y los países neutrales.